Actualmente, solo existen siete especies de tortugas marinas. Entre ellas, hay dos del género Lepidochelys: la tortuga olivácea y la tortuga lora. A pesar de ser de las tortugas marinas más comunes del mar Caribe y otras partes, (aunque en Colombia no avistamos a la tortuga lora, y la tortuga olivácea, solo la podemos ver en el océano Pacífico); poco se conoce sobre su historia y evolución. Los restos de un caparazón hallados recientemente en Playa Piña, en la costa Caribe panameña, representan la evidencia fósil más antigua hasta ahora encontrada de las tortugas Lepidochelys.
El hallazgo de los restos en la Formación Chagres indica que esta tortuga vivió hace aproximadamente 6 millones de años en Panamá, en el Mioceno Superior, una época en la que el mundo se estaba enfriando y haciendo más seco, con la acumulación de hielo en los polos, la caída del nivel del mar y menos lluvias.
Los restos fueron estudiados por un equipo de paleontólogos liderados por el Dr. Edwin Cadena de la Universidad del Rosario en Bogotá, Colombia, quien también es investigador asociado del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales en Panamá.
Además de haber encontrado el registro más antiguo de tortugas Lepidochelys, los investigadores descubrieron algo inesperado en los huesos fósiles de esta tortuga: restos de ADN. Al hallar células de hueso (osteocitos) preservadas y con estructuras similares al núcleo de la célula en ellas, utilizaron una solución llamada DAPI para comprobar la presencia del material genético.
“Dentro de todo el registro fósil de vertebrados del planeta, esto solo se había reportado anteriormente en dos fósiles de dinosaurio, incluyendo uno del Tyrannosaurus rex”, puntualizó el Dr. Cadena, refiriéndose a los restos de ADN.
Este descubrimiento les da una enorme importancia a los vertebrados fósiles preservados en la costa Caribe de Panamá, no solo para entender la biodiversidad pasada en el momento del surgimiento del Istmo de Panamá que dividió el Caribe del Pacífico y unió América del Norte y del Sur, sino también para entender la preservación de tejidos blandos y sus constituyentes originales como las proteínas y ADN, componentes esenciales de un campo emergente conocido como paleontología molecular.
“Los fósiles del Caribe de Panamá que hemos logrado rescatar durante estos años están ayudando a reescribir la historia de los vertebrados marinos del Istmo”, dijo Carlos De Gracia, coautor del estudio.
Esta investigación fue producto de la cooperación que existe entre el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales y la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario; y publicado en la revista Journal of Vertebrate Paleontology
Autor: Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales
Recuerda que puedes ver la historia de las tortugas en Colombia en el artículo Cretaceus Park y ver en nuestro canal de Youtube, la tortucápsula sobre el fósil Desmatochelys Padillai, con interpretación en LSC.
Artículo editado el 19 febrero, 2024 9:38 pm
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